Advertencia contra los escribas
38 Y en su enseñanza les decía: Cuidaos de los escribas, a quienes les gusta andar con vestiduras largas, y aman los saludos respetuosos en las plazas, 39 los primeros asientos en las sinagogas y los lugares de honor en los banquetes; 40 que devoran las casas de las viudas, y por las apariencias hacen largas oraciones; estos recibirán mayor condenación.
La ofrenda de la viuda
41 Jesús se sentó frente al arca del tesoro, y observaba cómo la multitud echaba dinero[a] en el arca del tesoro; y muchos ricos echaban grandes cantidades. 42 Y llegó una viuda pobre y echó dos pequeñas monedas de cobre[b], o sea, un cuadrante[c]. 43 Y llamando a sus discípulos, les dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos los contribuyentes al[d] tesoro; 44 porque todos ellos echaron de lo que les sobra[e], pero ella, de su pobreza echó todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir[f].