Calle 168 #52-38 Bogotá, Colombia

1 Sauloa, respirando todavía amenazas1 y muerte contra los discípulos del Señorb, fue al sumo sacerdote,

2 y le pidió cartas para las sinagogasa de Damascob, para que si encontraba algunos que pertenecieran al Caminoc, tanto hombres como mujeres, los pudiera llevar atados a Jerusalénd.

aY sucedió que mientras viajaba, al acercarse a Damasco, de repente resplandeció en su derredor una luz del cielob;

4 y al caer a tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persiguesa?

5 Y él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y Él respondió: Yo soy Jesús a quien tú persigues;

levántate1, entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacera.

7 Los hombres que iban con él se detuvieron atónitos1a, oyendo la voz2b, pero sin ver a nadie.

8 Saulo se levantó del suelo, y aunque sus ojos estaban abiertos, no veía nadaa; y llevándolo por la mano, lo trajeron a Damascob.

9 Y estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.

Ananías visita a Saulo

¶10 Había en Damascoa cierto discípulo llamado Ananíasb; y el Señor le dijo en una visióncAnanías. Y él dijo: Heme aquí, Señor.

11 Y el Señor le dijo: Levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y pregunta en la casa de Judas por un hombre de Tarsoa llamado Saulo, porque, he aquí, está orando,

12 y ha visto en una visión1 a un hombre llamado Ananías, que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vistaa.

13 Pero Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuanto mal ha hecho a tus santosa en Jerusalénb,

14 y aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prendera a todos los que invocan tu nombreb.

15 Pero el Señor le dijo: Ve, porque él me es un instrumento1 escogidoa, para llevar mi nombre en presencia de los gentilesb, de los reyesc y de los hijos de Israel;

16 porque yo le mostraré cuánto debe padecera por mi nombre.

17 Ananías fue y entró en la casa, y después de poner las manos sobre éla, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vistab y seas lleno del Espíritu Santoc.

18 Al instante cayeron de sus ojos como unas escamas, y recobró la vista; y se levantó y fue bautizado.

19 Tomó alimentos y cobró fuerzas.

¶Y por varios días estuvo con los discípulosa que estaban en Damascob.

Saulo predica en Damasco

¶20 Y enseguida se puso a predicar a Jesús en las sinagogasa, diciendo1: Él es el Hijo de Diosb.

21 Y todos los que lo escuchaban estaban asombrados y decían: ¿No es este el que en Jerusalén destruía a los que invocaban este nombrea, y el que había venido aquí con este propósito: para llevarlos atados ante los principales sacerdotesb?

22 Pero Saulo seguía fortaleciéndose y confundiendo a los judíos que habitaban en Damasco, demostrando que este Jesús es el Cristo1.

Saulo escapa de los judíos

¶23 Después de muchos díasa, los judíos tramaronb deshacerse de él,

24 pero su conjura llegó al conocimiento de Sauloa. Y aun vigilaban las puertas día y noche con el intento de matarlob;

25 pero sus discípulos lo tomaron de noche y lo sacaron1 por una abertura en la muralla, bajándolo en una canasta.

Saulo en Jerusalén

¶26 Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; y todos le temían, no creyendo que era discípuloa.

27 Pero Bernabéa lo tomó y lo presentó a los apóstoles, y les contó cómo Saulo había visto al Señor en el camino, y que Él le había habladob, y cómo en Damascoc había hablado con valor en el nombre de Jesúsd.

28 Y estaba con ellos moviéndose libremente1 en Jerusalén, hablando con valor en el nombre del Señora.

29 También hablaba y discutía con los judíos helenistasa; mas estos intentaban matarlo.

30 Pero cuando los hermanosa lo supieron, lo llevaron a Cesareab, y de allí lo enviaronc a Tarsod.

31 Entretanto la iglesiaa gozaba de paz por toda Judea, Galilea y Samaria, y era edificada; y andando en el temor del Señor y en la fortaleza del Espíritu Santo, seguía creciendo.