Calle 168 #52-38 Bogotá, Colombia

Un joven sigue a Jesús

51 Cierto joven le seguía, vestido solo con una sábana sobre su cuerpo desnudo; y lo prendieron*; 52 pero él, dejando la sábana, escapó desnudo.

Jesús ante el concilio

53 Y llevaron a Jesús al sumo sacerdote; y se reunieron* todos los principales sacerdotes, los ancianos y los escribas. 54 Pedro le siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote; estaba sentado con los alguaciles[ab], calentándose al fuego[ac]. 55 Y los principales sacerdotes y todo el concilio[ad], procuraban obtener testimonio contra Jesús para darle muerte, pero no lo hallaban. 56 Porque muchos daban falso testimonio contra Él, pero sus testimonios no coincidían[ae]. 57 Y algunos, levantándose, daban falso testimonio contra Él, diciendo: 58 Nosotros le oímos decir: «Yo destruiré este templo[af] hecho por manos, y en tres días edificaré otro no hecho por manos». 59 Y ni siquiera en esto coincidía[ag] el testimonio de ellos. 60 Entonces el sumo sacerdote levantándose, se puso en medio y preguntó a Jesús, diciendo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican estos contra ti? 61 Mas Él callaba y nada respondía. Le volvió a preguntar el sumo sacerdote, diciéndole[ah]: ¿Eres tú el Cristo[ai], el Hijo del Bendito? 62 Jesús dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Poder y viniendo con las nubes del cielo. 63 Entonces el sumo sacerdote, rasgando sus ropas, dijo*: ¿Qué necesidad tenemos de más testigos? 64 Habéis oído la blasfemia; ¿qué os parece? Y todos le condenaron, diciendo que era reo de muerte. 65 Y comenzaron algunos a escupirle, a cubrirle el rostro[aj] y a darle de puñetazos, y a decirle: ¡Profetiza! Y los alguaciles[ak] le recibieron[al] a bofetadas[am].

La negación de Pedro

66 Estando Pedro abajo en el patio, llegó* una de las sirvientas del sumo sacerdote, 67 y al ver a Pedro calentándose, lo miró y dijo*: Tú también estabas con Jesús el Nazareno. 68 Pero él lo negó, diciendo: Ni sé, ni entiendo de qué hablas. Y salió al portal[an], y un gallo cantó[ao]. 69 Cuando la sirvienta lo vio, de nuevo comenzó a decir a los que estaban allí: Este es uno de ellos. 70 Pero él lo negó otra vez. Y poco después los que estaban allí volvieron a decirle a Pedro: Seguro que tú eres uno de ellos, pues también eres galileo. 71 Pero él comenzó a maldecir[ap] y a jurar: ¡Yo no conozco a este hombre de quien habláis! 72 Al instante un gallo cantó por segunda vez. Entonces Pedro recordó lo[aq] que Jesús le había dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces. Y se echó a llorar[ar].