Calle 168 #52-38 Bogotá, Colombia

La meta del cristiano

Si habéis, pues, resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira[a] en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, nuestra[b] vida, sea manifestado, entonces vosotros también seréis manifestados con Él en gloria.

La vida vieja y la vida nueva

Por tanto, considerad los miembros de vuestro cuerpo terrenal como muertos[c] a la fornicación, la impureza, las pasiones, los malos deseos y la avaricia, que es idolatría. Pues la ira de Dios vendrá sobre los hijos de desobediencia[d] por causa de estas cosas, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. Pero ahora desechad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, maledicencia, lenguaje soez de vuestra boca. No mintáis[e] los unos a los otros, puesto que habéis desechado al viejo hombre con sus malos hábitos, 10 y os habéis vestido del nuevo hombre, el cual se va renovando hacia un verdadero conocimiento, conforme a la imagen de aquel que lo creó; 11 una renovación en la cual no hay distinción entre griego y judío, circunciso e incircunciso[f], bárbaro[g], escita[h], esclavo o libre, sino que Cristo es todo, y en todos.

12 Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia[i]; 13 soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. 14 Y sobre todas estas cosas, vestíos de amor, que es el vínculo[j] de la unidad[k]. 15 Y que la paz de Cristo[l] reine[m] en vuestros corazones, a la cual en verdad[n] fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. 16 Que la palabra de Cristo[o] habite en abundancia en vosotros, con toda sabiduría enseñándoos y amonestándoos unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias[p] en vuestros corazones. 17 Y todo lo que hacéis, de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de Él a Dios el Padre.